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8M: #NosParamos

Por Mercedes Ramírez.

Fotos: Titi Nicola

En este Día Internacional de la mujer trabajadora, las mujeres, lesbianas, travestis y trans llevamos a cabo un nuevo paro internacional. Nosotras #NosParamos y decimos:

Si nuestras vidas no valen…

Cada 33 horas se cometió un femicidio en lo que va del 2019. Fueron al menos 45 mujeres, travestis o trans las asesinadas en apenas un poco más de dos meses en Argentina.

Entre enero y octubre del 2018, al menos 16 mujeres perdieron la vida en manos de un femicida en la provincia de Santa Fe. 6 de cada 10 víctimas tenía menos de 30 años y en más de la mitad de los casos, el agresor fue la pareja o ex pareja de la víctima. La mayoría de las mujeres murió por quemaduras: fueron prendidas fuego. Solo un femicidio se cometió con arma de fuego, los demás fueron con arma blanca, por asfixia o a golpes, una muestra más de la violencia y la saña que se escribe en los cuerpos de las víctimas.Los 16 femicidios dejaron víctimas colaterales: 24 hijos e hijas menores de edad quedaron sin su madre.

… produzcan sin nosotras

Las políticas económicas llevadas a cabo por el gobierno nacional golpean aún más fuerte a las mujeres. Con una inflación de casi el 50% anual, despidos en todos los ámbitos y una brecha salarial que promedia el 27%, la precarización laboral se agudiza en la población femenina. La feminización de la pobreza no es una forma de decir: en Santa Fe, a abril de 2018, el desempleo afectaba al 14% de las mujeres menores de 29 años.

Sobre las mujeres recae el trabajo doméstico no remunerado: esas tareas que se llevan a cabo “por amor”, en realidad permiten que varones puedan salir a trabajar mientras las mujeres se responsabilizan de las tareas domésticas y de cuidado. En promedio, en la provincia de Santa Fe, las mujeres realizan un 70% más de horas de trabajo doméstico no remunerado que los varones: cocinar, lavar, planchar, llevar a hijos/as a la escuela o cuidar a adultos mayores. En definitiva, quedan expuestas a una doble jornada laboral: dentro y fuera de la casa. Esta división sexual del trabajo está basada y reproduce los estereotipos que ubican a la mujer en el ámbito privado y a cargo del hogar y la familia, mientras el varón se desenvuelve en el ámbito público, donde puede capacitarse, crecer profesionalmente, trabajar.

Así como aseguramos que las mujeres representan a la mayoría de la población desempleada, afirmamos que también son el mayor porcentaje en las bases, pero su participación disminuye a medida que se sube en la escala de poder, en los puestos de mayor jerarquía. Esto es válido tanto para el ámbito jurídico, legislativo, educativo, científico, cultural, deportivo.A nivel provincial, la participación de las mujeres en cargos de decisión en los tres poderes del Estado es de un 34,4%, según el Índice de Participación de las Mujeres elaborado por la Subsecretaría de Políticas de Género. En números concretos: de los 491 cargos de decisión del Poder Ejecutivo, solo 135 son ocupados por mujeres. De 363 municipios y comunas, solo 28 están presididos por mujeres. En el poder judicial, solo 1 mujer forma parte de la Corte Suprema de Justicia provincial. La presencia de las mujeres crece en los Ministerios de Salud, Educación, Innovación y Cultura o Desarrollo Social, lo que también reproduce el estereotipo de la mujer como “preparada” o “necesaria” para desarrollar tareas de cuidado. En las áreas de Seguridad, Medio Ambiente, Trabajo e Infraestructura y Transporte, no alcanzan a representar el 15% del total.Esta desigual representatividad entre varones y mujeres busca paliarse a través de proyectos como la ley de paridad, vigente a nivel nacional pero frenada a escala provincial por el Senado. Las listas presentadas hace poco tiempo en nuestra ciudad terminaron mostrando lo más cercano a una conformación 50 y 50, pero sabemos que las decisiones aún se toman entre pocos y que de nada valdrá si luego las mujeres y las identidades no binarias no son tenidas en cuenta a la hora de proyectar, legislar y realizar políticas públicas.

Otro de los proyectos frenados en la Cámara de Senadores provincial es el de Cupo Laboral Trans. Iniciativa que ya tuvo el visto bueno del Concejo Municipal pero que aún aguarda ser reglamentada por el intendente. Estas medidas son más que necesarias para la población travesti-trans, históricamente invisibilizada, con un promedio de vida de 36 años y con dificultades para insertarse en el mercado laboral y, en primer lugar, en la educación básica.La Educación Sexual Integrales el tercero de los proyectos que los 18 varones y la única mujer que ocupan la Cámara de Senadores provincial no se deciden a aprobar. Ante una ley nacional que, aunque vigente desde el año 2006, se cumple poco y nada y de manera irregular en todo el país, contar con una ley a nivel local permitiría reforzar el trabajo que se ha realizado hasta ahora en el territorio provincial: instaurar lineamientos básicos, capacitar al personal docente de forma más ordenada, puntual y continuada, y controlar su efectiva implementación. La ESI es una herramienta necesaria para el cambio cultural, para desterrar estereotipos, desarmar prejuicios, derribar mitos. La ESI permite que niñas y niños aprendan y crezcan en el respeto por la otra persona, el cuidado del propio cuerpo, el reconocimiento del abuso y la violencia.

FoLa ESI es la primera exigencia de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, acompañada por la entrega de métodos anticonceptivos adecuados para cada persona. Es para destacar el sistema de salud provincial, que si bien tiene numerosas cuestiones a mejorar, cumple con el protocolo de aborto no punible que la Corte Suprema de la Nación ordenó disponer a través del fallo FAL en el año 2012. En Rosario no hay muertes por aborto desde el año 2012, anualmente se llevan a cabo entre 500 y 580 interrupciones, la mayoría con medicamentos. El Laboratorio Industrial Farmacéutico ya comenzó con la fabricación de misoprostol, la droga recomendada por la OMS para llevar a cabo abortos de modo seguro, que se repartirán en la provincia e incluso podría extenderse a otras partes del país.No se puede omitir que el gobierno de Cambiemos ha retrocedido en la política de entrega de anticonceptivos: año a año ha ido disminuyendo el presupuesto destinado a esta área, sólo repuntó en el año 2018, pero no alcanzó los niveles del 2015. Todas las exigencias en torno al aborto legal y a la salud integral de las mujeres chocan contra las estrategias del macrismo de achicar el estado: a solo un mes de que el proyecto de ley de aborto seguro y gratuito caiga en el Senado, el presidente rebajó a Secretaría al Ministerio de Salud, que ahora depende del Ministerio de Desarrollo Social. Además, el presupuesto nacional 2019 designa a la actual Secretaría un 36% menos de lo le que fue destinado el año pasado.Las dos niñas de Tucumán y de Jujuy a las que se les obstaculizó la interrupción del embarazo aun cuando cumplían con las condiciones establecidas en el Código Penal (ambas víctimas de violación) son solo dos casos que han trascendido en este año, pero ambas resumen la tortura a las que se expone a niñas, mujeres y personas con capacidad de gestar en todo el país. Es inadmisible que, en plena lucha por adquirir el aborto legal, seguro y gratuito, aún no se garanticen los derechos ya establecidos con anterioridad. La clandestinidad del aborto no ha salvado ninguna vida, ni antes ni después de la discusión en el Congreso Nacional. La prohibición ha fracasado y no impide que los abortos se practiquen. Esto lleva a que muchas arriesguen y pierdan su vida al exponerse a métodos no seguros.

El 2018 fue un año histórico por la organización del movimiento feminista, por la potencia de las acciones mancomunadas, por la forma en que se ganaron las calles. La lucha por el aborto continuará, pero también abrió puertas a nuevas formas de organización, a la visibilización de nuevas perspectivas y llevó la exigencia de derechos a nuevos ámbitos.La profesionalización del fútbol femenino, por ejemplo, parecía simplemente un sueño muy lejano hasta que este año los reclamos se multiplicaron a nivel nacional a partir de la denuncia de la jugadora santafesina Macarena Sánchez, que se replicaron incluso en medios de comunicación de todo el mundo. Más cerca, grupos de mujeres desafían la hegemonía masculina y empiezan a copar las canchitas de los barrios de nuestra ciudad.Hace tiempo también que las mujeres se hartaron y comenzaron a denunciar a quienes las acosan, violan o maltratan. El ámbito de la cultura y la música no quedó exento. Pero las mujeres no se conforman con señalar, no apuestan sólo a bajar de los escenarios a los violentos, ahora exigen subir y tener voz propia. El Frente Feminista de artistas y trabajadoras de la cultura que se conformó en nuestra ciudad da cuenta de ello, de la organización necesaria para potenciar el trabajo, para señalar lo que no se ve e incomodar a quienes pretenden que todo siga como hasta ahora.

No quedará ningún espacio sin discutir, sin poner en conflicto. A la violencia, respondemos organizadas. Este 8 de marzo las mujeres paramos. Y paramos el mundo. Pero no nos quedamos quietas, hoy es una jornada de lucha. Porque nos mueve el deseo de cambiarlo todo.

Publicada Viernes 8 de Marzo de 2019

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